El rol de los datos en el nuevo Ministerio de Agricultura y Pesca

El rol de los datos en el nuevo Ministerio de Agricultura y Pesca

El proyecto de Ley que crea un nuevo Ministerio de Agricultura y Pesca es una buena idea, en la medida que su implementación sea correcta y realmente pueda hacerse cargo de mejor manera de los desafíos que debemos enfrentar en estas áreas.

La agricultura siempre ha confiado en la observación de los ciclos naturales para planear siembras y prepararse para tiempos malos. Pero los desafíos del cambio climático, mercados cada vez más especializados y competitivos, barreras sanitarias y pandemias, la labor de los inmigrantes en la agricultura, y las difusas o nulas regulaciones internacionales de la explotación de los recursos pesqueros, no van a poder ser abordados con realismo sin una gran cantidad de información clara y oportuna.

Uno de los desafíos históricos que tendrá que enfrentar decididamente este nuevo ministerio, es la problemática del uso del agua de manera eficiente, eficaz y sobre la base de regulaciones claras, que puedan ser definidas por las autoridades.

El Estado está tomando algunas medidas que están regulando –mediante monitoreo remoto directo– los pozos de mayor caudal. También ha tomado medidas para organizar mejor y usar la información de registro de usuarios de aguas.

Estos problemas no deben ser abordados con miradas de corto plazo ni menos sin información técnica histórica. Además, se debe contar con un efectivo sistema de información en línea de los recursos naturales de todo tipo, que guíen las políticas públicas y sean una fuente de innovación y mejora continua.

El nuevo ministerio, debería ser un verdadero ministerio de datos de recursos naturales y agropecuarios, potenciando y, a la vez, transformando la labor de varios organismos que hoy día se traslapan y redundan en las funciones ligadas al manejo de información, la elaboración de políticas, la entrega de instrumentos de fomento, y los agentes reguladores, tanto del agua como de casi todos los recursos.

La tecnología, los datos y la ciencia deberían jugar un rol fundamental en el nuevo ministerio y esto podría ser a la vez un motor de innovación local si se fomenta de la manera correcta. De esa manera, Chile puede llegar a ser no solo una potencia alimentaria, sino también una potencia agro-tecnológica y de innovación global.